viernes, 14 de mayo de 2010

Mientras tanto, Eva se dispuso a preparar sus cosas para, como cada día, asistir a sus clases en la universidad. Miró el reloj, se le estaba haciendo tarde. Así pues, se vistió apresuradamente cogiendo lo primero que pilló del armario. Combinando unos vaqueros grisáceos con una camiseta verde a juego con sus ojos y sus deportivas nike, sus favoritas, en realidad las únicas que tenía, las únicas que habían sobrevivido al desastre. De pronto las imágenes volvieron a su mente, eran tan duras como su pasado, y tuvo que sentarse en el borde de la cama para no desmayarse. De nuevo volvió a ver todo aquel horror, a revivir aquella pesadilla que se había llevado todas sus ilusiones de entonces y todo lo que le importaba. Se imaginó los ojos de sus padres llenos de horror y de desolación al ver que no podían hacer nada. Al ver que todo estaba acabando para ellos. Eva aún no lograba entender porqué la tragedia se había ensañado con sus padres, porqué ella había sobrevivido a aquel espanto y sobretodo por qué no había podido apagar aquellas llamas a tiempo. El incendio lo devoró todo, como un niño hambriento devora su bocadillo a la hora del recreo. Había pasado mucho tiempo ya desde aquello y aún no podía dejar de maldecir aquella noche, en la cual la malta suerte quiso que él también estubiera allí. En aquel instante toda su vida debió de pasar por sus ojos y ella no había podido salvarlo, ni siquiera verlo por última vez, escuchar sus últimas plegarias ni decirle te quiero por última vez. Aquella noche cuando llegó ya era demasiado tarde y su destino estaba escrito.
Todavía tambaleandose, Eva sacudió su cabeza para espantar todos aquellos fantasmas del pasado, cogío su cazadora de piel, el bolso y la carpeta de clase, abrió la puerta y se fue.

Mario apuró su café y se encaminó al baño. Cogió un poco de gomina y se peino. Aquella mañana era importante para él. Tenía una entrevista de trabajo. Su primera entrevista desde que llegó a esa ciudad. Lo tenía decidido si no lo cogían allí volvería a estudiar, se matricularía en una facultad, tal vez en la de periodismo. Siempre le había gustado todo lo relacionado con el deporte y los medios de comunicación y su sueño era ser periodista deportivo. Se concentró en la entrevista. La verdad es que no tenía un curriculo muy extenso. Su experiencia se reducía a camarero en un bar de copas y a alguna vez hacer "chapuzas" en casa de sus colegas y a algun que otro curso del inem. Sonrió en el espejo ensayando su sonrisa más amable y salió del baño dispuesto a comerse el mundo, aunque tal vez, bien pensado, el mundo se lo comiera en cuestión de media hora a él.

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